Es una viñeta inspirada en la historia de un niño que vive alienado en una sociedad que no está preparada para él. Esa historia de alienación fue inspirada de una experiencia real, ese niño me hizo mirarme en el espejo del expatriado, sin ninguna raíz, ni nada que le identificara con el resto y que en otro paria semejante encuentra un camino para liberarse y ser feliz. La letra es infantilizada, directa y honesta, se remonta a un recuerdo concreto, una conversación que tuve con él y su brutal necesidad de ser quien es.
Así como la letra, la música comienza desde una tristeza natural e infantil, nostálgica y básica que poco a poco se va construyendo hasta llegar a una conversación que le da una pausa a la historia y libera la tensión. La música deja de seguir el groove nostálgico y se abre con una poderosa sección de metales y cuerdas y la frase “Estoy volando”. La música y la letra proveen de una sensación de apertura y libertad, dejando atrás la tensión constreñida en la primera parte.